San Martín  volvió a ganar con argumentos más sólidos y contundentes.

Fue 2 a 0 frente a Deportivo Moron pero la diferencia podría haber sido mucho más amplia.

Esta nueva versión del equipo de Ciudadela tiene un contragolpe voraz al que le falta la buena decisión final.

El análisis no puede ser amplio. Al final del primer tiempo, «el Ciruja» ya ganaba por dos goles de diferencia y el «Gallito» había sufrido la expulsión de un marcador central. Faltaba mucho por jugarse, pero el partido había tomado un rumbo con sentencia casi definida.

Dening, el jugador más regular y relevante de este plantel, volvió a convertir y en esta oportunidad fue doblete. Bucca jugó en un nivel superlativo, volvió a mostrar un conjunto de cualidades que satisfacen ampliamente al público sanmartiniano. Abregú complementó, marcó, relevó y distribuyó juego; su accionar es producto de su perseverancia y la confianza depositada en el por este CT. Andrada atacó por izquierda y por derecha, colaboró con la recuperación de la pelota y estuvo cerca de convertir.

Fueron tal vez ellos quienes más se destacaron hoy. Pero no podemos dejar de mencionar un correcto funcionamiento de la última línea y el sacrificio de Colazo y Martinez.

San Martín vivió una tarde feliz, de esas que se extrañaban mucho. Acompañó el clima y la calidez de la gente. Se coronó todo esto con el regreso de Nicolas Sansotre, un jugador que supo ganarse el corazón del hincha.

Se viene otra final, el sábado contra Alte. Brown y para ese partido, Frontini, no podrá contar con la pareja de marcadores centrales que eligió como titulares. Llegaron a la quinta tarjeta amarilla Orellana y Meritello. Veremos cómo resuelve el DT esta complicación.

Que nunca más vuelva a faltar la actitud ni el respeto por la camiseta. El hincha se expresó. La dirigencia supo escuchar. Algo cambió.

Fuente Santo de la Ciudadela

 

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