El Siprosa lanzó el programa provincial de Diabetes Infantojuvenil.

Esta mañana, la ministra de Salud Pública, Rossana Chahla, presentó y dio inicio al programa provincial de Diabetes Infantojuvenil, que tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes con diabetes tipo 1. «Este es un momento muy emotivo. Colocamos un sensor a los niños y así no se van a tener que realizarse cuatro o cinco pinchazos por día. Esto es para mejor la calidad de vida de los pacientes y de toda la familia”, dijo al respecto la titular de la cartera sanitaria. De este modo, 128 menores accederán al sensor de glucemia totalmente gratuito. 

Hemos empezado por los menores de 10 y vamos a seguir colocando el dispositivo con el cual los chicos se pueden hacer el chequeo solamente con pasarlo por el brazo. Esto detecta la glucosa y así nos permite conocer cuáles son los niveles y de acuerdo a eso, hacer la terapia que los médicos endocrinólogos indican a cada uno”, detalló la funcionaria.  Luego agradeció al gran equipo del hospital del Niño Jesús: endocrinólogos, psicólogos, nutricionistas, enfermeros, administrativos, por el compromiso que tienen con los niños tucumanos.

“Este programa llamado ´Menos dolor, mejor futuro´, va a impactar en la vida diaria de muchas familias tucumanas y es lo que estamos tratando de llegar desde hace seis años con distintos programas en la provincia”, resaltó Chahla.

En tanto, la subsecretaria de Salud, Cristina Majul, aportó: “Este monitoreo flash consiste en un sensor que permite, sin pincharse, medir la glucosa en el cuerpo. Los chicos podrán saber así sus niveles y los padres desde una aplicación en el celular pueden ver la glucemia en tiempo real de sus hijos. Somos pioneros en la república Argentina de este tipo de control de la glucosa. Es un método moderno, seguro y sin dolor. Es lo que esta población de niños merece para tener un futuro mejor”.

En este contexto, la autoridad advirtió: “Esta patología es invalidante, hay chicos que cuando llegan a los 20 o 25 años, tienen una insuficiencia renal o están ciegos. Entonces creo que lo que hoy hacemos es cambiarle el futuro”.  Cabe aclarar que, el monitor que recibieron hoy los pequeños no se cambia, lo tendrán para toda su vida. Simplemente, cada 14 días cambiarán el sensor en el hospital público. “Vamos a lanzar también con estos niños, la escuela de pacientes para que entre ellos se cuenten sus experiencias, asuman una co-responsabilidad al respecto, y sean libres”, declaró Majul.

En primera persona

Maximiliano Zurita, papá de la pequeña paciente Evangelina, afirmó: “Realmente para mí es algo fantástico, es algo muy bueno. Mi hija hace poco hizo el debut diabético y yo sé lo que significa porque tengo diabetes hace 28 años. Sé lo que es estar pinchándose los dedos, sacarse sangre cada rato. Cuando ella empezó estaba con el aparato, fue la primera valiente en probarse el sensor. Se sabe medir, se controla y está asimilando bien las cosas. Fue una alegría enorme tener esto. Gracias al Ministerio de Salud”.

En tanto que Rocío Pérez, mamá de Josefina, remarcó: “Este dispositivo es algo espectacular para ellos, para evitar el tema de los pinchazos. Quizás tengan un poco más de libertad al poder consumir ciertas cosas, porque también estarán más monitorizados. Todo el tiempo vamos a poder medir y controlar el azúcar. Hace rato que veníamos tratando de conseguirlo (al dispositivo) pero era imposible. Estamos muy agradecidos con todo el Sistema de Salud. Comienza una nueva etapa a partir de hoy, gracias a Dios”.

Mientras que Gabriela Ibiris, mamá de Morena, señaló que “esto es muy emocionante, estoy agradecida con el hospital y el Ministerio de Salud, por esto tan hermoso para los niños. Para nosotros como padres, el tener que controlarlos y picharles tan seguidos los deditos, es algo importante. Además es totalmente gratuito. Esto lo veía en internet, lo veía como algo lejano porque no teníamos las condiciones para conseguirlo. Y por eso estamos muy agradecidos con el Ministerio de Salud y el hospital”. Por último, Morena, paciente que recibió el monitor de glucosa, expresó: “Estoy muy agradecida porque nos pusieron el aparato a todos los niños con diabetes, y ya no sentimos ese dolor tan feo en los dedos, nos dejaba mucho puntitos. No podía jugar bien porque me dolían los dedos de tanto pincharme. Ahora me controlo yo”. 

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